Estelle

Descripción:
Edad: 24
Busto: 75 B
Ropa: 34
Tamaño: 165
Vellosidad: sin pelo
Nacionalidad: Eslovaquia
Idiomas: Poco alemán, inglés

Por un cargo extra obtienes:
Juegos de vibrador (activo): 10 €
Juegos de vibrador (pasivo): 10 €
Besos con lengua: 10 €
Desnudándose: 10 €
Erótica de pies: 10 €
Juegos íntimos suaves con los dedos: 10 €
Masaje tantra: 10 €
Sexo al aire libre: 10 €

Servicio (incluido):
Oral en la dama; Esperma en el cuerpo; Besos tiernos; Sexo con personas discapacitadas; Cambio de puesto; Abrazar el sexo; si lo desea, sexo con tirantes y tacones altos; Orgasmo múltiple; Relajación de manos; Visita al área de descanso / áreas de descanso para automóviles, camiones, camionetas, caravanas o autopistas.

Sobre mí:
Con sentimiento, atención e imaginación, juego suave e íntimamente con los dedos. Quien me elija experimentará algo más que erotismo. Tengo 24 años, llevo una talla 75 B, talla 34 y mido 165 cm. Mi cuerpo está bien cuidado, soy femenina, mi aspecto elegante. El sexo al aire libre es una aventura especialmente sexy para mí. Mis masajes tantra son sensuales, profundos y llenos de energía. Me encanta que admiren, besen o mimen mis pies, porque ahí empieza para muchos un momento de placer muy íntimo. Combino cuerpo, respiración y tacto para crear una unidad en la que puedas desconectar por completo y abandonarte totalmente a mí. Soy completamente lampiña y me encanta mostrar mi feminidad de forma natural. Para mí, desnudarme es una seducción artística en la que revelo lentamente mi cuerpo y te atraigo más profundamente a mi mundo a cada paso. Disfruto del erotismo de los pies con plena atención. Como escort Berlín, no soy sólo una escort, sino una experiencia. Cada movimiento se elige conscientemente, cada reacción se percibe con un fino sentido. Soy Estelle, una sensual y esbelta mujer madura de Eslovaquia y te acompañaré como escort en Berlín con pasión y verdadera devoción. Me encantan los encuentros de sexo tantra en los que no sólo cuenta el cuerpo, sino también el sentimiento mutuo. Para mí, besar con lengua no sólo significa cercanía física, sino también un sentimiento intenso que profundiza la mirada y abre los corazones. Cuando la naturaleza, el aire y el placer se encuentran, surge una tensión que sólo puede sentirse en libertad.